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viernes, 29 de agosto de 2014

ACABO DE LEER… “LA NOCHE A TRAVÉS DEL ESPEJO” DE FREDRIC BROWN (REINO DE CORDELIA)


Para muchos veteranos aficionados a la novela negra "La noche a través del espejo" no es un clásico más, sino que forma parte de la mitología del género y de sus más placenteros recuerdos lectores; así lo cuenta en su introducción Juan Salvador, dueño de  "Estudio en Escarlata", la estupenda librería madrileña especializada en literatura de género. Sin embargo, para un lector nuevo, como lo soy yo de esta novela, la experiencia no resulta tan satisfactoria. Reconozco que mezclar a Lewis Carroll y su Alicia en una trama de novela negra tiene su mérito y, a primera vista, bastante atractivo también. Lo que pasa es que para conseguirlo, Fredric Brown sacrificó una pieza muy importante del juego de la ficción, la verosimilitud. Pasan tantas cosas en una sola noche y tan “increíbles” que no hay estructura literaria, por ingeniosa que sea, capaz de sostener la verosimilitud del relato. Tampoco hay que olvidar que Brown no era un genio de la literatura, sino un buen artesano, y queda claro que en este caso le faltaron herramientas para llevar su idea al mejor puerto.

Dicho todo lo anterior, hay que reconocer también que “La noche a través del espejo” rezuma ambiente de novela negra por los cuatro costados y que sus protagonistas sí que son muy auténticos, especialmente el dueño del bar, uno de esos personajes que no resultan fáciles de olvidar. Además, la edición de Reino de Cordelia está muy cuidada desde la traducción de Susana Corral al diseño de la portada y sobrecubierta, pasando por la ya mencionada introducción de Juan Salvador. Así que, teniendo en cuenta todo esto y que “La noche a través del espejo” es un título que forma parte de la historia de la novela negra, yo recomendaría su lectura.

sábado, 23 de agosto de 2014

ACABO DE LEER… “NIDO DE NOBLES” DE IVAN S. TURGUÉNEV (ALBA CLÁSICA)



Resulta refrescante volver de vez en cuando al siglo XIX con sus novelones, sus amores desgraciados, sus salones de recibir, sus juegos de cartas, piezas de piano y conversaciones de sociedad. Si la novela es rusa, encontraremos además la fascinación por París, la nobleza rural, el afán por reformar la calidad de vida del campesino y las grandes fincas agrícolas alejadas de la corte.

Turguénev no es el mejor de los novelistas rusos del XIX porque ese título se lo disputan exclusivamente Tolstoi y Dostoyevski, pero eso no quita para que su literatura sea de un altísimo nivel y resulte siempre un placer volver a ella. Ford Madox Ford decía de este libro que era el más bello que se había escrito. Exageraba, claro, aunque sí es cierto que toda la historia que en él se cuenta está impregnada de una sutil melancolía eslava no exenta de belleza.

viernes, 1 de agosto de 2014

TODO ESTÁ EN LOS LIBROS (I). CONSTRUYA USTED MISMO SU CASITA FIN DE SEMANA


Hace tiempo mi hermana compró una casa en Madrid y les pidió a los anteriores propietarios que se la dejaran vacía antes de tomar posesión. Por supuesto, como suele ocurrir habitualmente, los antiguos propietarios no le hicieron ni caso así que en su primer paseo de inspección por las habitaciones se fue encontrando trazos de vida humana anterior por donde quiera que mirara. Parte de esos trazos tenían la forma de cinco o seis cajas llenas de libros. Mi hermana me llamó entonces para que fuera a echar un vistazo por si podía haber allí algo que me interesara. La verdad es que tardé varios días en acercarme de manera que cuando por fin llegué, varias oleadas de amigos suyos habían revisado intensa y exhaustivamente las cajas y también debían de haber retirado las improbables joyas que hubieran dejado los anteriores habitantes. Por eso llevé a cabo mi inspección con bastante desgana, removiendo los libros un poco y sin sospechar que iba a encontrar contra todo pronóstico dos de los libros con los que más me he reído últimamente. Sólo dedicaré esta entrada a uno de ellos. Os hablaré sobre el otro en la siguiente.
Se trata de un libro publicado en 1962 en pasta dura por Espasa-Calpe. Su título, a mí que no sé por donde agarrar un martillo, ya me resulta bastante gracioso: “CONSTRUYA USTED MISMO SU CASITA FIN DE SEMANA”. Se supone que toda la ciencia necesaria para construirse uno mismo su propia casita fin de semana se resume en las 62 páginas (64 con el índice) de 13 cm x 18 cm de que se compone el volumen en cuestión.


Éste es el índice: Principales mezclas. Amasadura del yeso. Reparación de un tendido. Amasadura del mortero. Cómo realizar un tendido. Preparación del hormigón. Escalinata de ladrillos. Construcción de un estanque. Encofrados para hormigón. Armadura metálica. Pila de cemento armado. Banco de hormigón. Pilastras de hormigón. Casita para fin de semana.



Y éstos son algunos párrafos escogidos:
“La casita que en las páginas siguientes le proponemos realizar es una construcción que está al alcance de cualquier aficionado, aunque no tenga mucha experiencia”.


“Sus fotografías, realizadas para ofrecer toda clase de detalles, le brindarán la oportunidad de hacer un determinado trabajo con la soltura de un profesional, sus textos, claros y precisos, le permitirán llevar a cabo un sinfín de trabajos prácticos con suma facilidad y con material poco costoso”.


“La amasadura del mortero es más sencilla de realizar que la del yeso,”


“Cuando la mezcla de los hormigones llamados gruesos o de cimientos lleva además pedernales, estos han de ser como máximo de 55 mm de grueso ya que, de no ser así, se corre el riesgo de que al emplearlos se formen vacíos en la masa”.


“CONSTRUCCIÓN DE UN ESTANQUE: Un estanque resulta siempre decorativo, colocado en el centro de un césped o en el rincón de un jardín con cuidados y bellos árboles.”


“Una vez que se ha excavado el suelo a la profundidad deseada, hay que preparar el fondo, formado por una gruesa capa de hormigón.”


“Una vez que el hormigón esté bien seco, empiece a construir las paredes haciendo primero los ángulos. Puede usted usar ladrillos o pedernales para este trabajo.”


“Para este tipo de construcciones puede usted consultar el volumen de nuestra construcción titulado “Construya y repare”, páginas 35 y 36 (paredes de ladrillo), o en las páginas 37 a 39 (muros de carga con piedras de cantería).”


“ENCOFRADOS PARA HORMIGÓN: Para los cimientos que sirven de base a los muros (véase el volumen “Construya usted mismo”, págs. 31 y 32), el hormigón se echa directamente en la zanja excavada a tal efecto. En los restantes tipos de obras, el hormigón se coloca en un encofrado.”


“COLOCACIÓN DE COBIJAS SOBRE EL CABALLETE: Las planchas colocadas sobre las dos verticales dejan una abertura en lo alto del tejado. Esta abertura queda cubierta con las cobijas. Se las coloca con tirafondos, siguiendo las mismas instrucciones dadas para las planchas en la página 53.”


Ya podéis ver que, con este librito, el que no se construye una casita de fin de semana en la huerta de patatas del abuelo es porque no tiene voluntad, no por falta de información clara y precisa. Lo que me gustaría saber ahora es cuántos libros “Construya usted mismo su casita fin de semana” se vendieron y sobre todo cuantas casitas fin de semana llegaron a construirse, y también cuántas siguen en pie. A lo mejor vosotros conocéis alguna.