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lunes, 21 de febrero de 2022

RESEÑAS DE LIBROS. "LOS CUATRO PILARES DE LA FICCIÓN" DE ANA BOLOX (ANA BOLOX).

 



TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA ESTRUCTURA Y ELEMENTOS DE UNA NARRACIÓN. LO DEMÁS ES PALABRERÍA.

Pues sí, estos son los pilares básicos de una narración corta, larga o mediana; cuento o novela. No hay más. Y Ana Bolox los explica y resume a la perfección. Podrás encontrar cientos de libros, miles de páginas sobre este asunto, pero difícilmente añadirán algo esencial que no esté ya recogido en este. Al menos en lo que a estructura se refiere. Otra cosa, claro, es el estilo, la sintaxis, etc... Por eso, para los interesados en la construcción de historias, no puedo dejar de recomendar tanto este libro como los otros que tiene la autora sobre la misma materia. Me refiero a "Cómo construir el escenario de tu novela", "Como construir tu novela en 10 preguntas" o "Mentalidad de escritor", más centrado este último en la parte psicológica, mental o motivacional del oficio de escribir. Un aspecto este tan importante que suele ser el causante de la mayor parte de los bloqueos a la hora de avanzar en una narración. Todos estos títulos tienen algo estupendo en comun, la capacidad de síntesis, de no perderse por las ramas.

lunes, 14 de febrero de 2022

RESEÑAS DE LIBROS. "EL INFINITO EN UN JUNCO" DE IRENE VALLEJO (SIRUELA).

 



UNA MEZCLA MAGISTRAL DE HISTORIA, FILOSOFÍA, ETIMOLOGÍA, VIVENCIAS PERSONALES E INFINITO AMOR POR LOS LIBROS Y LA LITERATURA

Hay dos tipos de autores de no ficción, en la subcategoría de divulgación, los que tratan de demostrar al lector lo listos que son, y los que consiguen que el lector se sienta más culto e inteligente de lo que probablemente sea. Irene Vallejo es de estos últimos, y por eso, la lectura de su "Infinito en un junco" resulta tan agradable y entretenida. Acompaña además a su relato con unas cuantas notas de carácter íntimo, que nos hacen sentirnos muy cerca de la autora. No es extraño que este libro se haya vendido como rosquillas en innumerables países. Lo bueno, como ella misma se ocupa de destacar en su libro, es siempre universal.


Lo que encontrarás en las páginas de "El infinito en un junco" es una mezcla magistral de historia, filosofía, etimología, vivencias personales e infinito amor por los libros y la literatura.


Solo espero que Irene Vallejo nos vuelva a sorprender lo antes posible con otro libro como este. Sin ánimo de meter presión, claro, que bastante difícil es sentarse a escribir de nuevo después de un éxito semejante.

martes, 18 de abril de 2017

RESEÑAS DE LIBROS. "LA HOJA DEL OLMO NO ES PERFECTA" DE JAVIER LÓPEZ FACAL (CLAVE INTELECTUAL)


UNA COSA RARA: ERUDICIÓN, AMENIDAD Y SENTIDO DEL HUMOR.

Eduard Punset, nuestro divulgador científico nacional más conocido, no se cansa de repetir que el futuro es multidisciplinar. Así se lo han revelado de una u otra forma los eminentes científicos a los que ha entrevistado para diversos medios. En palabras del propio Punset, “todos saben que, si no meten sus narices en otras disciplinas, fracasan”. Pues bien, ese es precisamente, uno de los elementos unificadores de la obra que ha ido conformando López Facal durante estos últimos años: su carácter multidisciplinar. Desde “La presunta autoridad de los diccionarios” (2010) a “Los alimentos de nuestra despensa” (2015), pasando por “Antología de muertes apacibles” (2012), “El declive del imperio vaticano” (2013) y “Breve historia cultural de los nacionalismos europeos” (2013), la variedad de temas y de enfoques ha sido una constante, no sólo entre los diferentes títulos, sino dentro incluso de cada uno de ellos.

Pero hay además otros tres elementos comunes a todos los títulos de López Facal que yo, al menos, no he conseguido ver juntos en los ensayos de otros prestigiosos autores tan multidisciplinares como él. Se trata de la erudición, la amenidad y el sentido del humor. La erudición está presente en las obras de Sánchez Ferlosio, Jared Diamond o Eliot Weinberger; la amenidad, en las de Jared Diamond o W. G. Sebald; y el humor brilla por su ausencia en la de todos. Lo que sí comparten, incluido López Facal, es su capacidad para hacer que el lector se sienta mucho más inteligente de lo que es, solo leyéndolos.

“La hoja del olmo no es perfecta” (2017) encaja como una pieza de puzle en el conjunto de obras antes mencionadas. Y en este caso, resulta ya sugerente desde el mismo título. Somos muchos los aficionados a la naturaleza que sentimos un apego especial por el olmo, aunque solo sea por lo fácil que nos resultó desde pequeños distinguirlo de las otras especies gracias a sus hojas asimétricas. Así que resulta muy divertido poder leer y ver esta particularidad de la hoja del olmo en la portada de un libro. Es además un título lo suficientemente amplio como para permitir a su autor enfocar la imperfección desde cualquier punto de vista. En este caso, ha optado por desentrañar sus aspectos ideológicos, religiosos, artísticos o matemáticos, en una sincera y argumentada reivindicación de la heterodoxia. En realidad, el camino escogido es lo de menos porque, como ocurre con el resto de sus títulos, da un poco igual de lo que trate este libro. El lector, como el viajero de Cavafis, acabará disfrutando sobre todo del camino, del sinfín de anécdotas históricas, etimologías curiosas y revelaciones asombrosas, sin que deba importarle demasiado hacia dónde pueda llevarlo, porque siempre será a buen puerto.

Al curioso y acertado título, le sigue un no menos interesante prólogo que, quizás para justificar la elección de aquel, comienza con una disertación acerca de las diversas acepciones de la palabra "dendrofilia", para acabar reconociendo que la del amor por los árboles es una “enfermedad” de posible origen genético que afecta gravemente a la mayoría de los miembros de la familia López Facal.

No voy a extenderme sobre la estructura de este ensayo ni sobre su contenido para no estropear con mis palabras lo que tan bien cuenta López Facal con las suyas, pero sí quiero  advertiros de que al terminar de leer las (lamentablemente) escasas 155 páginas de “La hoja del olmo no es perfecta” habréis aprendido cosas muy raras, cosas como, por ejemplo, la razón por la que en la mitología escandinava el primer hombre sale de un árbol mientras que en las de los pueblos mediterráneos es creado con barro; la diferencia entre simetría, perfección y orden, y lo conveniente de "una cierta imperfección, un cierto desorden o una cierta asimetría”; que las lenguas semíticas no tienen adjetivos superlativos; la relación que existe entre los obeliscos egipcios y la torre Eiffel, entre el monoteísmo y la heterodoxia, o entre un movimiento religioso herético del siglo XII y los bombones Ferrero-Rocher. Las curiosidades históricas o etimológicas son tantas que parece imposible que puedan caber en un solo libro.

Por último, este lector no ha dejado de notar en algunos pasajes del libro la leve presencia, probablemente involuntaria, casi fantasmagórica, del espíritu libre de Georges Brassens, ese otro gran iconoclasta tan agudo como burlón. Sobre todo, cuando López Facal manifiesta una cierta nostalgia irónica del latín en las misas católicas, la misma que encontramos en la canción de Brassens “Tempête dans un bénitier” (“sin el latín la misa nos fastidia”); o el repudio a morir por una idea, que también recoge el cantante-poeta francés en su canción “Mourir pour les idées”.

En esta hoja del olmo disfrutamos, en definitiva, de la continuación lógica y coherente de los anteriores libros del autor sobre el Vaticano o el nacionalismo, pero de una forma aun más estructurada, si cabe. Y es que, con cada nuevo libro de López Facal, vamos entendiendo mejor a dónde quiere ir a parar, porque cada vez va afinando más el tiro.

miércoles, 31 de agosto de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "LA MEDITACIÓN Y EL ARTE DE CUIDAR ABEJAS. UNA FORMA DE VIVIR" DE MARK MAGILL (SIRUELA)


UNA PEQUEÑA JOYA QUE NOS ENSEÑA A VIVIR AL RITMO DE LA NATURALEZA
Se puede asociar la meditación casi con cualquier circunstancia de la vida, con cualquier actividad cotidiana, sea cual sea su naturaleza, desde descargar un camión o fregar los platos hasta conducir o dar un simple paseo. Partiendo de esta base, hay que reconocer que el cuidado de las abejas, como ocurre con la propia agricultura, se encuentra especialmente cerca de la actitud meditativa porque está relacionada con la respiración del planeta, con sus estaciones, su temperatura, sus fenómenos atmosféricos y, sobre todo con la simbiosis entre seres humanos y naturaleza. En el caso de la apicultura, lo que se ofrece a las abejas es cobijo, cuidado y protección a cambio de parte de la miel de la colmena. Es verdad que la relación es algo desequilibrada, si tenemos en cuenta, como se nos dice, que para conseguir 450 gramos de miel, las abejas de una colmena han tenido que hacer dos millones de visitas a las flores de su entorno. Aun así, pese a la disparidad de esfuerzos, hay en la apicultura una armonía con el ritmo de la naturaleza que le viene muy bien a la meditación.
En cuanto a la estructura de “La meditación y el arte de cuidar abejas”, el escritor y periodista Mark Magill va alternando con bastante habilidad su propia experiencia como apicultor con notas a modo de manual sobre la meditación; abundante información sobre las abejas y su comportamiento; así como citas de poetas, novelistas, dramaturgos, naturalistas y maestros espirituales en torno a las abejas y a la meditación. La pauta que ordena los textos es la de las estaciones del año. Se empieza, como en el año romano, en primavera y se acaba en invierno. Toda una metáfora de la vida.
Lo verdaderamente inesperado en este libro es que las lecturas que producen de verdad sosiego, los textos que más nos acercan al espíritu de la meditación, no son los dedicados a explicarnos cómo meditar, ni las citas de los maestros, sino los que describen el comportamiento de las abejas y las actividades del apicultor a lo largo de las estaciones.
Para concluir, me gustaría destacar la espléndida edición de esta nueva colección de Siruela dedicada a la atención plena (“Tiempo de mirar”), con unas cubiertas de esas que da gusto tocar y unas preciosas ilustraciones en las guardas y en los inicios de cada estación del año. Como siempre decimos, éste es el camino para evitar que el libro electrónico sustituya al de papel, algo que, por cierto, cada vez parece más improbable.

jueves, 2 de junio de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "NADA QUE TEMER" DE JULIAN BARNES (ANAGRAMA)


DIFÍCILMENTE SE PUEDE LEER UN LIBRO MÁS AMABLE ACERCA DE LA MUERTE DESDE UN PUNTO DE VISTA TAN DESESPERANZADO.
Julian Barnes reconoce que siempre ha estado muy obsesionado con su propia desaparición, con la de sus seres queridos y con la posibilidad de que no haya nada al otro lado. Él mismo califica su obsesión, por no hablar de pánico, con el término psicológico "tanatofobia". En este ensayo expone sus reflexiones al respecto, quizás para conjurar su miedo de algún modo, si eso es posible.
Para tratar de explicarnos su punto de vista, sus muchas dudas, sus bastantes intuiciones y sus pocas certezas, se ayuda de anécdotas de escritores, de reflexiones de pensadores, de las conversaciones con su hermano, el filósofo Jonathan Barnes, y sobre todo de su propia experiencia con la muerte de sus padres. El tono del ensayo, considerando lo desagradable del tema, no puede ser más amable. Barnes, hablando de la muerte, es siempre respetuoso y equilibrado. Abundando en el tópico "fair play" británico, salpica su texto de refrescantes toques de ironía, y evita cualquier intento de imponer su punto de vista a nadie, aunque a lo largo de las páginas nos va quedando claro lo que opina al respecto, que se puede resumir en la frase con la que da comienzo "Nada que temer": "No creo en Dios, pero le extraño". Ahí está la esencia de este estupendo ensayo. Ahí y en el propio título, en el que, como él mismo explica, es la palabra “nada” la que se impone a las demás.
Muy poco después de haber acabado la redacción de este libro, murió Pat Kavanagh, su pareja durante décadas y, claro, surge la duda de si Julian Barnes habría sido capaz de escribirlo con la misma soltura de haber sabido que esto iba a ocurrir tan pronto. Considerando lo mucho que le ha afectado, sospecho que no.
En fin, creo que difícilmente se puede leer un libro más amable acerca de la muerte desde un punto de vista tan desesperanzado. Pero eso sí, a pesar de todo, en caso de que el asunto te angustie, mejor busca otra cosa para leer.

miércoles, 20 de enero de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "ELOGIO DEL CAMINAR" DE DAVID LE BRETON (SIRUELA)


LA EXPERIENCIA DE CAMINAR LE RECUERDA AL SER HUMANO SU FRAGILIDAD, PERO TAMBIÉN SU FUERZA

Tanto las personas a las que simplemente les gusta caminar, como aquellas que deben hacerlo por consejo médico o por motivos profesionales, van a encontrar en este pequeño libro gran cantidad de información antropológica sobre el aparentemente sencillo acto de andar, pero también inspiración y motivación, si les fuera necesaria. Pasear por la ciudad o el parque, o marchar por el campo sin más, puede estar bien, pero hacerlo con el soporte filosófico y antropológico que proporciona David Le Breton, qué duda cabe, aporta  a esta sencilla actividad un plus de respetabilidad.

"Elogio del caminar" está dividido en cuatro grandes partes. La primera, "El gusto de caminar", recoge los elementos esenciales del camino a pie, centrándose sobre todo en la reina de sus modalidades, la ruta larga, la marcha de varios días, la que tiene su ejemplo casi canónico en la peregrinación mítica y espiritual a la catedral de Santiago, el conocido "Camino de Santiago". Aquí se habla del equipaje, de los animales que uno suele encontrar en su viaje (generalmente perros amenazantes), de las diferencias entre ir solo y acompañado, del sueño en mitad del camino y las bondades de dormir en el campo, de las ganas de cantar, del silencio, de la curiosidad del caminante, de la posibilidad de los encuentros (imposibles en el viaje en coche) o de los problemas físicos que se suelen padecer durante la ruta. Y hay incluso un capítulo muy especial dedicado a las marchas inmóviles, las de aquellos que no pueden andar, como las que se recogen en el "Viaje en torno de mi cuarto" de Xavier de Maistre.

En la segunda parte, "Caminantes de horizontes", Le Breton nos habla de cinco exploradores (Cabeza de Vaca, René Caillié, Richard F. Burton, John Speke y Michel Vieuchange), supongo que para ilustrar con sus historias y aventuras los conceptos que ya había expuesto en la primera. Para mí estas 30 páginas, encapsuladas casi a modo de paréntesis, son las menos interesantes del libro. No me queda claro el criterio (¿por qué estos y no otros?) ni la necesidad.

Afortunadamente, en la tercera parte, "Caminar urbano", Le Breton recupera el tono del comienzo para centrarse en la variedad urbana del caminar. Aquí el protagonista, claro, es el flâneur, tal y como fue establecido en esa biblia del paseo urbano que es "El peatón de París" de Léon-Paul Fargue. Además, encontramos una interesante reflexión sobre los diferentes ritmos de la marcha en las ciudades (a veces incompatibles entre sí); y un repaso de lo más entretenido a los cuatro sentidos del paseante (oír, ver, sentir y aspirar).

Se cierra el libro con "Espiritualidades del caminar", donde se establecen los vínculos más que evidentes entre la marcha y la espiritualidad, sobre todo en el budismo, aunque también en otras religiones orientales. Encontramos aquí verdaderos clásicos como "Relatos de un peregrino ruso" (anónimo), "El camino de las nubes blancas: un peregrino budista en el Tibet" de Govinda o "El leopardo de las nieves" de Matthiessen, una joya, ésta última, de la espiritualidad y del camino, también publicada por Siruela, por cierto.

Al pasar la última página, el lector también ha recorrido su camino y ya entiende a Le Breton cuando sostiene que la experiencia de caminar le recuerda al ser humano su fragilidad, pero también su fuerza.

domingo, 21 de junio de 2015

RESEÑAS DE LIBROS. “LA INVENCIÓN DEL CUERPO. ARTE Y EROTISMO EN EL MUNDO CLÁSICO” DE CARMEN SÁNCHEZ (SIRUELA)


“BIBLIOTECA DE ENSAYO” NUNCA DEFRAUDA.

La colección “Biblioteca de Ensayo” de Siruela nunca defrauda. Todavía recuerdo el “Séneca” de María Zambrano, todo un clásico, que leí en el año 95. Era el número 3. Pero es que hoy sigo oyendo y leyendo a mucha gente recomendando su número 1, “El elogio de la sombra” de Tanizaki, todo un long-seller con sus 34 ediciones. Por no hablar de su último éxito, “Biografía del silencio” de Pablo d’Ors (número 54) o el que leeré próximamente, “Elogio del caminar” de David Le Breton, su número 58. Que en veintiún años sólo se hayan publicado 59 títulos, da una idea del cuidado con el que  siempre ha tratado Siruela a esta colección de ensayos de bolsillo.

“La invención del cuerpo” no es, como ya advierte su autora en la introducción, un ensayo sobre las costumbres sexuales en el mundo clásico (Grecia y Roma), sino un tratado sobre la iconografía erótica entre griegos y romanos, que no es lo mismo. Comienza haciendo un poco de historia sobre el desnudo en el arte griego, el masculino primero (asociado al ideal de belleza musculosa de atletas y guerreros) y, mucho después el femenino (más vinculado a lo cotidiano y a las deidades femeninas), con interesantes explicaciones sobre el porqué de los genitales infantiloides en las estatuas de varones y mujeres adultos, sobre la costumbre de la infibulación masculina entre los atletas o acerca de la supuesta mala suerte que podía recaer sobre aquellos que contemplaban a una mujer desnuda.

Más adelante el ensayo se centra en el significado mágico o supersticioso de símbolos eróticos tan poderosos como el miembro masculino, que abundaban en los lugares más cotidianos de Grecia o Roma sin que su imagen se considerara en la época ni obscena ni provocativa, sino más bien protectora.

Para finalizar, el capítulo “Ars erotica”, repasa la presencia de elementos eróticos en piezas de cerámica y otras obras de arte, aproximándose a la consideración del lesbianismo en la cultura clásica y sobre todo a la iniciación sexual de los varones griegos a través de relaciones homosexuales. La última parte aborda las diferentes posturas eróticas que aparecen en las piezas de cerámica y su significado social.

Al cerrar el libro hemos desterrado ideas falsas, disfrutado con algunas curiosidades y despejado bastantes dudas, así que salimos de él con una idea mucho más clara acerca de la iconografía erótica clásica, que es justo de lo que se trataba. Una vez más, “Biblioteca de Ensayo” no nos ha defraudado.

lunes, 20 de abril de 2015

RESEÑAS DE LIBROS. “LA ISLA DEL TESORO. EL MAPA DE LOS SUEÑOS / GRAPHICLASSIC 2”. VARIOS AUTORES (GRAPHICLASSIC – HUERGA & FIERRO)



UNA JOYA DE VALOR INCALCULABLE PARA TODOS LOS AMANTES DE LA LITERATURA, DE LA ILUSTRACIÓN, DE STEVENSON Y, POR SUPUESTO, DE “LA ISLA DEL TESORO”

La publicación de un libro como éste en español tiene que ser motivo de orgullo y de celebración, no sólo para sus editores, sino para los lectores de verdad, los que no entendemos cómo no se le había ocurrido a nadie esto antes. Porque se trata de un auténtico lujo, de una joya de valor incalculable para todos los amantes de la literatura, de la ilustración, de Stevenson y, por supuesto, de “La isla del tesoro”. Su lectura, como la de la novela que homenajea, proporciona un gran placer y eso, la verdad, es impagable, el verdadero tesoro de la isla.

Este segundo número de Graphiclassic sigue el acertadísimo esquema que ya se aplicó al número inaugural, “Moby Dick. La atracción del abismo”, y esperamos que sea el mismo que se utilice para el tercer número, ya anunciado, sobre la obra de Jules Verne y la iconografía que adorna su obra. ¿Y cuál es el secreto? Pues una combinación tan equilibrada como armónica entre texto y representación gráfica. Sólo por la recopilación de ilustraciones de todas las épocas, ya merecería la pena, pero es que además vienen acompañadas por varias decenas de textos de plumas tan conocidas como las de Vargas Llosa, Alberto Manguel, Rosa Montero, Javier Marías, Jordi Sierra i Fabra, Pilar Pedraza, Fernando Savater, Luis Alberto de Cuenca, Juan Madrid, Constantino Bértolo, Moncho Alpuente, Antonio Tabucchi, José Carlos Somoza, Manuel Hidalgo,… Y otras quizás no tan conocidas, pero igual de efectivas, o a veces más, a la hora de repasar el universo literario de Robert Louis Stevenson.

Todas las colaboraciones son interesantes, aunque nos gustaría destacar algunas como la aproximación global e introductoria de Alberto Manguel; el recorrido de Guillen Díez por los admiradores de la obra de Stevenson entre los escritores de su época y los que les siguieron; el perfil novedoso de su esposa, la injustamente denostada Fanny Vandegrift, por parte de Rosa Montero; el enfoque bibliófilo de Fernándo Jiménez; el pequeño relato del viaje de Fernando Savater hasta la casa donde RLS escribió “La isla del Tesoro”; la “crítica imposible” de la novela desde el punto de vista socio-económico por parte de Constantino Bértolo; el repaso a la historia de la piratería del Atlántico de Luis Conde; la visión psicoanalítica del psiquiatra y escritor José Carlos Somoza; la isla del tesoro madrileña de Moncho Alpuente; el exhaustivo paseo por la imaginería de “La isla del Tesoro” a cargo de Charles Caum; el perfil de N.C. Wyeth, el ilustrador canónico de “La isla del tesoro”, por Carlos Uriondo; el retrato que realiza Luis Alberto de Cuenca de Joan García Junceda, el dibujante español de la edición de Seix Barral de 1924; y los dos artículos dedicados a las adaptaciones de la obra al cómic y al cine, redactados por Luis Conde y Manuel Hidalgo respectivamente.

Y por si fuera poco, al comprar este segundo número de Graphiclassic en la propia página de la editorial (http://www.graphiclassic.es/#!tienda/c1ska), se incluye en el envío un cuadernillo de 36 páginas que, bajo el título de “Bitácora. Notas de a bordo de la tripulación. La isla del tesoro y la piratería”, recoge algunos artículos más acerca de la historia de la piratería, la estructura de una goleta como “La Hispaniola”, los viajes de Stevenson, Hugo Pratt y su “Isla del tesoro” y los piratas en la cultura popular (cómics y videojuegos).

Os lo digo con toda sinceridad, no se le puede pedir más a un libro como éste.

sábado, 28 de marzo de 2015

RESEÑAS DE LIBROS. "EL DILEMA DE PROUST O EL PASEO DE LOS SABIOS" DE JAVIER MINA (BERENICE)


"El dilema de Proust" recoge una exhaustiva historia del paseo en su relación con el arte y sobre todo con la literatura, desde casi el origen de la humanidad hasta nuestros días. Se divide en dos partes, “Hacia el paseo”, que aborda el estado de la cuestión en la Grecia Clásica, el Imperio Romano, la Edad Media y el Renacimiento, y que es en mi opinión la menos interesante, precisamente porque el concepto de paseo no existía entonces tal y como se entendió a partir de la Ilustración. En realidad, lo que se nos cuenta aquí, con abundantísima documentación como en el resto de la obra, son los motivos sociales, culturales e incluso físicos por los que el paseo moderno no pudo ser posible entonces.

Es en la segunda parte, “El paseo incluso como arte”, donde yo he disfrutado de verdad  siguiendo los pasos de Stendhal; de los románticos ingleses, franceses y alemanes; de Baudelaire y Flaubert; con el análisis del paseo de Bloom en “Ulises” de Joyce o recordando esa obra tan pintoresca de la literatura francesa que es “Le pieton de Paris” de Léon-Paul Fargue.

El capítulo dedicado a los paseos y derivas de surrealistas, dadaístas y situacionistas resulta muy esclarecedor. También las mujeres caminantes tendrán su capítulo, así como los artistas plásticos, con especial mención al arte de la calle. El resto del siglo XX quedará dividido, siguiendo el dilema de Proust, entre los autores que escogen el camino de Swann, y los que optan por el lado de Guermantes, o dicho de otra forma, lo literariamente primario y lo metaliterario.

Lo mejor de “El dilema de Proust” es que cuando se llega a la última página, no sólo se sabe mucho más de lo imaginable sobre el paseo, su historia y su relación con la literatura y el arte, sino que además a uno le han entrado ganas de releer, o de descubrir por primera vez, un buen montón de clásicos de todos los tiempos.

No deja de ser curioso que coincidan estos días en las librerías varios libros acerca del caminar, de la simple, o no tanto, acción de andar. Aparte de "El dilema de Proust o el paseo de los sabios" de Javier Mina, se me ocurren casi a vuela pluma "Elogio del caminar" de David Le Breton, "Andar. Una filosofía" de Frederic Gros, "Wanderlust. Una historia del caminar" de Rebecca Solnit o el clásico "Caminar" de Thoreau. Traeremos por aquí también alguno de ellos. En cualquier caso, parece que algo debe de estar pasando para que de repente, en el espacio de unos pocos meses, varias editoriales apuesten por esta tradicional, barata y ecológica forma de desplazamiento.