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viernes, 29 de enero de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL CONTADA PARA ESCÉPTICOS" DE JUAN ESLAVA GALÁN (PLANETA)


SENCILLO, CLARO, PRECISO Y DIVERTIDO
La historia puede ser apasionante o terriblemente aburrida. Como ocurre en tantas otras cosas, todo depende de quién y cómo nos la cuente. Para explicar con rigor lo que sucedió décadas, siglos o milenios atrás es necesario un erudito o al menos alguien que se haya documentado en la materia, pero para hacerlo sin provocar en el lector no especializado el tedio más absoluto, lo principal es poseer el talento narrativo suficiente, y eso es lo que a Juan Eslava Galán le sobra.
En este libro encontraremos el relato de los principales acontecimientos que se fueron sucediendo a lo largo de los cuatro años (1914-1918) que duró la contienda: la situación política que la provocó; las principales batallas; las circunstancias políticas que se escondían tras las estrategias de cada país; las múltiples alianzas internacionales y su explicación; y, por supuesto, las consecuencias del armisticio y la influencia directa que tuvieron en la Segunda Guerra Mundial, veinte años después. Y todo ello contado con un lenguaje sencillo y preciso para no distraerse con florituras o erudiciones del objetivo principal de este libro, que no es otro que conseguir que el lector pase la última página con una idea clara de lo que significó esta guerra para el mundo.
Pero Eslava Galán no sólo presta atención a la gran historia, también pone la lupa en los innumerables avances tecnológicos que se produjeron en esos cuatro años, motivados por la necesidad de superar al enemigo. Asimismo, se ocupa de la vida cotidiana en los frentes y las retaguardias, y añade además infinidad de anécdotas, algunas divertidas, otras heroicas, tristes o dramáticas, que ayudan a completar el gran cuadro. Al lector español también le resultará interesante saber cómo se vivía la guerra en la España de la época, neutral, pero dividida entre aliadófilos y germanófilos.
Así pues nos encontramos ante el libro ideal para todo aquel lector no especializado que quiera tener una idea clara de lo que sucedió en Europa a lo largo de esos cuatro fatídicos años. Lo que no entiendo muy bien es el título, no sé qué quiere decir Eslava Galán con lo de “contada para escépticos”, me parece que este misterioso añadido despista más que otra cosa. Sería mejor “contada de manera sencilla y precisa”, pero a lo mejor entonces el posible comprador se sentiría menos halagado.

domingo, 24 de enero de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "EL MONSTRUO DE HAWKLINE" DE RICHARD BRAUTIGAN (BLACKIE BOOKS)


BRAUTIGAN Y SU ENCANTADORA MARGINALIDAD ATEMPORAL

No sé si Brautigan era un genio, probablemente no, pero desde luego era un tipo pintoresco, como su literatura. No escribe con el estilo más cuidado del mundo, pero tiene algo que lo hace enormemente atractivo. Después de darle muchas vueltas, creo que todo se resume en la palabra “desparpajo”. Podría haber sido la palabra “frescura”, pero creo que es más bien “desparpajo”, el necesario para contarnos una historia como la de “El monstruo de Hawkline” y quedarse tan ancho. No creo que haya muchos más escritores capaces de afrontar una historia como ésta y salir indemnes de ella. Brautigan lo hace, con total… “desparpajo”.

Por otra parte, cuando pienso que Brautigan escribió “El monstruo de Hawkline” a mediados de los años 70, me doy cuenta de que es una novela eternamente moderna que, al igual que el resto de su obra, resulta tan contemporánea como atemporal. Hoy nos produce la misma sensación de encantadora marginalidad que debió de provocar a los lectores de hace cuarenta años y que sin duda provocará a los de dentro de otros cuarenta. Para ilustrar esta idea de atemporalidad quizá baste con decir que en ella encuentro referentes imposibles y disparatados: los de un escritor de principios del siglo XX como Lovecraft (la idea del monstruo y el ambiente malsano del escenario), los de una película de finales de los sesenta, “Dos hombres y un destino” (el humor y la relación de camaradería entre los dos asesinos a sueldo), y los de la filmografía de Quentin Tarantino, no tanto por la violencia propia de este director como por el estilo de los diálogos, también por el humor y la tendencia a la parodia de género que es común a ambos.

Sea como sea, lo más importante es que, sin saber muy bien por qué, uno se lo pasa realmente bien leyendo las historias que Brautigan saca de su extraña cabeza, tan diferente a la del común de los mortales, tan irrepetible.

miércoles, 20 de enero de 2016

RESEÑAS DE LIBROS. "ELOGIO DEL CAMINAR" DE DAVID LE BRETON (SIRUELA)


LA EXPERIENCIA DE CAMINAR LE RECUERDA AL SER HUMANO SU FRAGILIDAD, PERO TAMBIÉN SU FUERZA

Tanto las personas a las que simplemente les gusta caminar, como aquellas que deben hacerlo por consejo médico o por motivos profesionales, van a encontrar en este pequeño libro gran cantidad de información antropológica sobre el aparentemente sencillo acto de andar, pero también inspiración y motivación, si les fuera necesaria. Pasear por la ciudad o el parque, o marchar por el campo sin más, puede estar bien, pero hacerlo con el soporte filosófico y antropológico que proporciona David Le Breton, qué duda cabe, aporta  a esta sencilla actividad un plus de respetabilidad.

"Elogio del caminar" está dividido en cuatro grandes partes. La primera, "El gusto de caminar", recoge los elementos esenciales del camino a pie, centrándose sobre todo en la reina de sus modalidades, la ruta larga, la marcha de varios días, la que tiene su ejemplo casi canónico en la peregrinación mítica y espiritual a la catedral de Santiago, el conocido "Camino de Santiago". Aquí se habla del equipaje, de los animales que uno suele encontrar en su viaje (generalmente perros amenazantes), de las diferencias entre ir solo y acompañado, del sueño en mitad del camino y las bondades de dormir en el campo, de las ganas de cantar, del silencio, de la curiosidad del caminante, de la posibilidad de los encuentros (imposibles en el viaje en coche) o de los problemas físicos que se suelen padecer durante la ruta. Y hay incluso un capítulo muy especial dedicado a las marchas inmóviles, las de aquellos que no pueden andar, como las que se recogen en el "Viaje en torno de mi cuarto" de Xavier de Maistre.

En la segunda parte, "Caminantes de horizontes", Le Breton nos habla de cinco exploradores (Cabeza de Vaca, René Caillié, Richard F. Burton, John Speke y Michel Vieuchange), supongo que para ilustrar con sus historias y aventuras los conceptos que ya había expuesto en la primera. Para mí estas 30 páginas, encapsuladas casi a modo de paréntesis, son las menos interesantes del libro. No me queda claro el criterio (¿por qué estos y no otros?) ni la necesidad.

Afortunadamente, en la tercera parte, "Caminar urbano", Le Breton recupera el tono del comienzo para centrarse en la variedad urbana del caminar. Aquí el protagonista, claro, es el flâneur, tal y como fue establecido en esa biblia del paseo urbano que es "El peatón de París" de Léon-Paul Fargue. Además, encontramos una interesante reflexión sobre los diferentes ritmos de la marcha en las ciudades (a veces incompatibles entre sí); y un repaso de lo más entretenido a los cuatro sentidos del paseante (oír, ver, sentir y aspirar).

Se cierra el libro con "Espiritualidades del caminar", donde se establecen los vínculos más que evidentes entre la marcha y la espiritualidad, sobre todo en el budismo, aunque también en otras religiones orientales. Encontramos aquí verdaderos clásicos como "Relatos de un peregrino ruso" (anónimo), "El camino de las nubes blancas: un peregrino budista en el Tibet" de Govinda o "El leopardo de las nieves" de Matthiessen, una joya, ésta última, de la espiritualidad y del camino, también publicada por Siruela, por cierto.

Al pasar la última página, el lector también ha recorrido su camino y ya entiende a Le Breton cuando sostiene que la experiencia de caminar le recuerda al ser humano su fragilidad, pero también su fuerza.