"El dilema de Proust" recoge una exhaustiva historia del
paseo en su relación con el arte y sobre todo con la literatura, desde casi el
origen de la humanidad hasta nuestros días. Se divide en dos partes, “Hacia el
paseo”, que aborda el estado de la cuestión en la Grecia Clásica, el Imperio
Romano, la Edad Media y el Renacimiento, y que es en mi opinión la menos
interesante, precisamente porque el concepto de paseo no existía entonces tal y
como se entendió a partir de la Ilustración. En realidad, lo que se nos cuenta
aquí, con abundantísima documentación como en el resto de la obra, son los
motivos sociales, culturales e incluso físicos por los que el paseo moderno no pudo
ser posible entonces.
Es en la segunda parte, “El paseo incluso como arte”, donde yo he
disfrutado de verdad siguiendo los pasos
de Stendhal; de los románticos ingleses, franceses y alemanes; de Baudelaire y
Flaubert; con el análisis del paseo de Bloom en “Ulises” de Joyce o recordando
esa obra tan pintoresca de la literatura francesa que es “Le pieton de Paris”
de Léon-Paul Fargue.
El capítulo dedicado a los paseos y derivas de surrealistas, dadaístas
y situacionistas resulta muy esclarecedor. También las mujeres caminantes
tendrán su capítulo, así como los artistas plásticos, con especial mención al
arte de la calle. El resto del siglo XX quedará dividido, siguiendo el dilema
de Proust, entre los autores que escogen el camino de Swann, y los que optan
por el lado de Guermantes, o dicho de otra forma, lo literariamente primario y
lo metaliterario.
Lo mejor de “El dilema de Proust” es que cuando se llega a la última
página, no sólo se sabe mucho más de lo imaginable sobre el paseo, su historia
y su relación con la literatura y el arte, sino que además a uno le han entrado
ganas de releer, o de descubrir por primera vez, un buen montón de clásicos de
todos los tiempos.
No deja de ser curioso
que coincidan estos días en las librerías varios libros acerca del caminar, de
la simple, o no tanto, acción de andar. Aparte de "El dilema de Proust o
el paseo de los sabios" de Javier Mina, se me ocurren casi a vuela pluma
"Elogio del caminar" de David Le Breton, "Andar. Una
filosofía" de Frederic Gros, "Wanderlust. Una historia del
caminar" de Rebecca Solnit o el clásico "Caminar" de Thoreau.
Traeremos por aquí también alguno de ellos. En cualquier caso, parece que algo
debe de estar pasando para que de repente, en el espacio de unos pocos meses,
varias editoriales apuesten por esta tradicional, barata y ecológica forma de
desplazamiento.