HA NACIDO TODO UN PERSONAJE LITERARIO: LA
VALIENTE Y DECIDIDA CONSTANCE KOPP.
No siempre se tiene la suerte de asistir al
nacimiento de una heroína literaria, de uno de esos personajes que desborda su
propia novela y vuela por encima de sus compañeros de “reparto” para hacerse
inolvidable. Pues bien, éste es el caso. Señoras y señores, ha nacido para la
literatura Constance Kopp, una mujer de armas tomar dispuesta a enfrentarse a
los malvados en defensa de la justicia y de los más débiles. Aunque lo más
divertido del asunto es que Constance Kopp ya había nacido en el mundo real casi
140 años antes, concretamente en Brooklyn en 1878. Lo que ocurre es que acaba
de volver a nacer (por supuesto mejorada) en el universo paralelo de la ficción
de la mano de la autora Amy Stewart. Así pues, ¡larga vida (ficticia) a
Constance Kopp!
“Una chica con pistola” surgió en la imaginación de
Amy Stewart a partir de una noticia bastante pintoresca que apareció publicada
en un diario de 1914. En ella se contaba cómo un choque en la ciudad de
Paterson (cerca de Nueva York) entre un automóvil conducido por un empresario
textil y una calesa en la que viajaban las tres hermanas Kopp acabó derivando
en un cruce de amenazas, demandas e incluso disparos. Con esta noticia, más otras
posteriores que abundaban en el asunto, y algo de investigación, Stewart ha
armado una novela entretenidísima rellenando con ficción los enormes huecos que
dejaban los datos históricos. Si domináis el inglés no debéis perderos la
página web de la autora donde podréis encontrar fotos, recortes de periódicos y
más información sobre las personas reales que inspiraron los personajes de la
novela.
Muchos vinculan “Una chica con pistola” con el género
policiaco, puede ser. Aunque yo no he podido dejar de leerla como un
maravilloso wéstern clásico, con sus forajidos, su sheriff y su rancho aislado
y defendido por unas aguerridas mujeres. Tampoco he resistido la tentación de
imaginarme su versión cinematográfica con Katharine Hepburn o Maureen O’Hara en
el papel de Constance Kopp y quizás Gary Cooper o James Stewart como el sheriff
Heath.
La historia que cuenta Amy Stewart en la voz de Constance
Kopp es muy buena y está contada con verdadero oficio. Eso es lo fundamental. Porque
es increíble todo lo que se puede llegar a disfrutar como lector cuando se cae
en las manos de un narrador eficaz. Hay mucha maestría en la forma en que interactúan
en la novela el Sheriff Heath y Constance Kopp o en la relación entre las tres
hermanas Kopp, cada una con su personalidad bien definida, discutiendo o
simplemente conversando en diálogos muy vivos y tan llenos de reproches
fraternos como de humor ácido. Es muy difícil no sentirse atraído por el empuje
de Constance o el carácter complicado y bastante tozudo de su pedante hermana
Norma. El personaje de Fleurette, la menor de las hermanas, justamente por su
edad, no llega a ser tan interesante, pero, a cambio, ocupa un lugar importante
en la trama.
Por todo lo
anterior, como ocurre con las buenas novelas, uno acaba ralentizando la lectura
conforme va acercándose al final de ésta, porque no apetece nada marcharse de ese
Paterson de 1914, ni de la granja de las Kopp. Seguiríamos con ellas mucho más tiempo,
y también con el sheriff Heath. Y entonces pensamos que estaría muy bien que
Amy Stewart les diera algún tipo de continuidad a estos personajes. Y cuando
llegamos a la última página, hay algo en ella que parece indicar que podría ser,
pero no estamos todavía seguros. Sólo nos quedamos tranquilos cuando visitamos
la página web de Amy Stewart y vemos en su apartado de publicaciones el título “Lady
Cop Makes Troubles. The second Kopp sisters novel” (algo así como “La señorita
policía causa problemas. La segunda novela de las hermanas Kopp”). La felicidad
será completa cuando Siruela nos lo publique en español.
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