BIENVENIDOS AL OESTE DE VERDAD
Las novelas son los mejores vehículos
para trasladarse por el espacio y el tiempo o, en palabras de Baudelaire, para "viajar
sin vapor y sin vela". Lo que pasa es que no todas las expediciones son
igual de valiosas, sólo algunas son capaces de conducirnos con la máxima
eficacia a otras épocas y paisajes. Son esas las que de verdad consiguen
sacarnos del sillón de orejas, del vagón del metro o de la cama para hacernos
vivir vidas improbables (casi siempre imposibles) a miles de kilómetros y a muchos
años o siglos de distancia.
"Cómo todo acabó y volvió a
empezar", la opera prima de Doctorow, es una novela del Oeste, y además un
ejemplo perfecto de vehículo espacio-temporal. Todos recordamos las películas sobre
los primeros pobladores de las tierras salvajes del Oeste de Estados Unidos, historias
de vaqueros, indios, sheriffs, forajidos, caballos, diligencias y tantos otros
iconos que forman parte de la moderna mitología de aquel país. Pues bien, en
este libro no encontraréis nada de eso, o mejor dicho, lo encontraréis todo,
pero de una forma muy diferente a como nos lo han transmitido las películas.
Porque en esta novela hay efectivamente vaqueros, un indio, un sheriff, un
forajido, caballos, una diligencia, y más iconos todavía, porque también hay un
"saloon", una mina e incluso una de esas tienda en las que se vende cualquier
cosa. Pero nada es como nos lo han mostrado hasta ahora en el cine. Esos
elementos aparecen en la novela, pero desprovistos de todo adorno épico y, por
lo tanto, dotados de una enorme verosimilitud.
"Cómo todo acabó y volvió a
empezar" cuenta la historia de un pequeño asentamiento de pioneros, cuyos
habitantes no sólo luchan por sobrevivir, sino por convertirse además en un
verdadero pueblo de los que figuran en los mapas y forman parte de las rutas de
las diligencias; un pueblo que, con el tiempo, pueda llegar a ser una próspera
ciudad. La vida allí no resulta fácil, pero el objetivo común de crear una
comunidad estable, parece compensarles todos los padecimientos.
Además de pintarnos este cuadro
colectivo, Doctorow también nos cuenta con enorme maestría las pequeñas
historias particulares de algunos de los personajes. Unas vidas más bien
miserables y sometidas a innumerables pruebas en las que valores como el
coraje, la lealtad o el sentido del deber son constantemente puestos en
entredicho. Aunque Doctorow es uno de esos grandes nombres de la novela
americana del siglo XX del que se espera cualquier genialidad, no deja de
impresionar tanta calidad y madurez en una primera obra.
En cuanto el título, el original en inglés, “Welcome
to “Hard Times” (“Bienvenido a Tiempos Difíciles”), juega con el nombre del
pueblo, “Tiempos difíciles”. En esta edición española se opta inexplicablemente
por un título descriptivo que se aleja por completo del original y que, no sólo
no lo mejora, sino que resulta mucho menos gráfico e intenso que el primero. La
pregunta sería ¿por qué hay que modificar un título a todas luces impecable? Siempre
que se hacen estas cosas suele ser por motivos comerciales. A mí no me parece "Cómo
todo acabó y volvió a empezar" más comercial que “Bienvenido a Tiempos Difíciles”
o “Bienvenido a Hard Times”, si no se quiere usar el juego de palabras. Tampoco
el título de la anterior versión en castellano de esta novela (Grijalbo, 1981)
respetaba el original. En aquel caso se optó por “El hombre malo de Bodie”.
Otro sinsentido.
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