El autor es Dario Fo, así que el resultado no puede ser una
novela al uso ni tampoco una biografía corriente; es ante todo una obra de Dario
Fo y su estilo está siempre bien presente para que no haya dudas. Con ella, el
Nobel italiano no sólo pretende limpiar la imagen de Lucrecia Borgia, sino que
además le ha servido como homenaje póstumo a Franca Rame, su mujer, recién
fallecida (2013). En cualquier caso, se lee de un tirón y, si aceptamos lo que
aquí se nos cuenta, podremos cambiar nuestros prejuicios acerca de Lucrecia
Borgia para ver en la hija del papa Alejandro VI y hermana del terrible César
Borgia, una mujer cultivada, sensible y muy alejada de la despiadada intrigante
que siempre nos ha pintado la leyenda. De hecho, según Dario Fo, ella fue ante
todo la primera víctima de las intrigas de su padre y su hermano.
Al parecer, lo que Lucrecia Borgia sí tenía era una gran
habilidad política que la llevó en varias ocasiones a ser regente en el ducado
de Ferrara cuando su marido estaba ausente. Probablemente este rasgo fue lo que
alimentó su leyenda negra porque la inteligencia en las mujeres pocas veces se
ha perdonado a lo largo de la historia.
La edición española, a cargo de la Editorial Siruela,
no puede ser más bonita, con el añadido al final del libro de una galería en
color de los principales personajes retocados por el propio Darío Fo (con la
colaboración de Jessica Borroni y Michela Casiere) sobre retratos de época. La
forma en la que interviene Dario Fo sobre estos retratos ilustra además la
manera en que interviene literariamente sobre la historia de la propia
Lucrecia. Por eso estas ilustraciones no son gratuitas, sino un verdadero
complemento del texto.
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