UNA INTRODUCCIÓN BASTANTE ACADÉMICA A LA CULTURA CLÁSICA CON MUCHOS
REFERENTES BRITÁNICOS
Mary Beard, profesora de Cultura Clásica de Cambridge,
está indiscutiblemente de moda. Y no sólo por su impecable trayectoria
académica, sino también por su presencia en Twitter, su exitoso blog en la
página del Times Literary Suplement sobre cultura clásica y vida universitaria,
sus documentales para la BBC, sus rigurosos libros de divulgación y, en España,
por su reciente Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales. Aunque
sus traducciones al español (casi todas en la editorial Crítica) están medio
descatalogadas, me imagino que no tardarán en reeditarse y ello será una
excelente noticia porque tanto su obra sobre Pompeya como “La herencia viva de
los clásicos” (recopilación de artículos publicados en diversos medios) merecen
mucho la pena. Supongo que también acabarán por traducirse sus ensayos sobre el
sentido del humor en Roma, el Partenón o las recopilaciones de las mejores
entradas de su blog. De momento podremos contentarnos con “SPQR”, una historia
de Roma que algunos consideran su obra cumbre, publicada en el Reino Unido en
2015 y recién traducida al español por “Crítica”; y con “El mundo clásico: una
breve introducción” publicada en español este mismo año por Alianza Editorial
(aunque sea un ensayo de 1995).
“El mundo clásico” se trata, siguiendo su subtítulo,
de una excelente y muy breve introducción a la cultura clásica, escrita en
colaboración con el también profesor de Clásicas en Cambridge, John Henderson. Sin
embargo, y a pesar de su carácter introductorio, quizás sea éste el más
académico de todos los libros de Beard traducidos al español y, por tanto, el
menos ameno, pero en cualquier caso interesantísimo. Lo que quiero decir, es
que a lo mejor es una buena introducción a la cultura clásica, pero una mala
introducción a la obra de Mary Beard para un público general. Uno se lo imagina
más como libro de lectura recomendada para los alumnos de primer año de
Clásicas.
Parte de la sala del Museo Británico dedicada a
los frisos del templo de Basas, para contarnos desde allí la expedición del
joven arquitecto Charles Cockerell a Grecia y su, por qué no decirlo, expolio
de los mencionados frisos (como ya había hecho apenas unos meses antes Lord
Elgin con los del Partenón). A través de Cockerell, se nos explica la influencia
de la cultura clásica en los estamentos más cultivados del reino Unido, así
como la inquietud aventurera que trajo el Romanticismo, y que daría lugar al
concepto de “Grand Tour” entre los estudiantes ingleses con la idea de visitar
sobre el terreno las cunas de la civilización occidental.
A lo largo de este pequeño libro ya vemos
expuestas la mayor parte de las inquietudes posteriores de Mary Beard, como el
cambio de la perspectiva con la que se han contemplado la Grecia y la Roma clásicas
a través de los tiempos, la influencia de ambas culturas en nuestra sociedad actual,
la evolución del estudio del mundo clásico a medida que han ido cambiando los
modelos de sociedad, la influencia de Pausanias en nuestra forma de entender la
Grecia Clásica, las diferentes vicisitudes por las que han ido pasando las
fuentes primarias hasta llegar a nosotros, o su preocupación por los
trabajadores y las clases desfavorecidas de Grecia y Roma, de los que no se
suele hablar con demasiada frecuencia.
También aparece ya en este libro la perspectiva
feminista, tan habitual en la obra posterior de Mary Beard, cuando describe los
temas de los grupos escultóricos en los frisos del templo de Basas: las luchas
entre lapitas y centauros, y entre griegos y amazonas.
Finalmente se trata la influencia de la cultura
griega (en muchos casos a través de la romana) en el teatro, la literatura, la
filosofía, la política o el cine occidentales, para acabar con una muy
interesante reflexión en torno a la frase “Et in Arcadia ego” y su expansión a
través del cuadro de Nicolas Poussin “Los pastores de la Arcadia”.
Como no podía ser de otra
manera en un libro tan marcadamente académico, lo cierran una cronología, una
lista de obras citadas y una bibliografía adicional (quizás algo desfasada
debido al año de publicación del ensayo original).
No hay comentarios:
Publicar un comentario