AUNQUE DECEPCIONE,
HEMINGWAY SIEMPRE APORTA ALGO.
Con Hemingway siempre me pasa lo mismo, la expectativa es
siempre muy superior a lo que leo. A pesar de ello, sin saber muy bien por qué,
vuelvo a él una y otra vez. En este caso me decido a intentarlo con “El jardín
del Edén”, su insólita novela póstuma cuya trama gira en torno a un triángulo
amoroso compuesto por un escritor estadounidense a las puertas del éxito y dos
mujeres compatriotas y parece que adineradas, pero sin oficio conocido. La
historia, bastante reiterativa (las escenas de natación en diferentes playas y las
ingestas de champagne, vino y combinados de licores varios con Perrier se
suceden “ad nauseam”) transcurre en el Sur de Francia con alguna escapada a
Madrid.
Al principio, creí que lo más interesante de esta novela lo
encontraría en la relación más bien malsana entre ese hombre y sus dos amantes,
pero a lo largo de la lectura no podía dejar de pensar en lo que habrían hecho
Patricia Highsmith o Scott Fitzgerald con ese mismo argumento, y en la
comparación, el pobre Ernest siempre salía perdiendo. En realidad, lo mejor de “El
jardín del Edén” y lo que hace que merezca la pena su lectura, no está en el
morbo de la relación amorosa, sino en todo lo que se refiere al trabajo literario
del protagonista, en la descripción del proceso creativo del cuento que está
escribiendo y que acaba por convertirse en una subtrama importante. Ahí está el
acierto de esta novela, su aspecto más brillante. El resto, es una pena, pero
no tiene demasiado interés. Ni siquiera la personalidad esquizofrénica de
Catherine, una de las dos mujeres, que es la que conduce marca y guía el hilo
narrativo de “El jardín del Edén”.
Al parecer, en el texto original, Hemingway intercalaba este
triángulo amoroso del Sur de Francia con otro, compuesto por una mujer y dos
hombres, que se desarrollaba en el Barrio Latino de París. Tras su muerte, el
editor decidió prescindir de la historia de París, que resultaba farragosa y
carecía en su opinión de la calidad suficiente, y acabó publicando
exclusivamente la que se cuenta en “El jardín del Edén”. No quiero ni
imaginarme cómo sería la parte descartada.
leí este libro cuando era niño en la bilioteca oublica mas grande de mi ciudad, lo debore, me anamore de los bucolicos paisajes del sur de francia,y los 3 personajes principales, siempre he querido comprarlo pero no lo he podido conseguir, me encanta este libro !!
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