UNA AUTORA A SEGUIR
Las ilustraciones de
los poemas, ya sean dibujos como en "Punterías", el anterior trabajo
de Irene G Punto, o fotografías como en el caso de este "Carrete
velado", son armas de doble filo. Es verdad que pueden ayudar al lector
menos acostumbrado a entrar en el universo poético del autor, pero a cambio de un
precio que puede ser caro, encerrar o acotar de alguna manera la interpretación
del poema, privando al lector de parte de su libertad. En mi caso, sin darme
cuenta, he acabado por leer los poemas y contemplar las fotos de forma separada,
contraviniendo, ya lo sé, la idea del libro.
En cuanto a las fotos,
pues hay un poco de todo, desde las más sugerentes, bastantes, a las muy anodinas,
las menos. En general, la calidad media es alta.
Respecto a los poemas,
encuentro verdaderos aciertos, rodeados de piezas que no están a la altura. Una
selección algo más intensa habría ayudado mucho. Por otra parte, Irene G Punto
utiliza muchos juegos de palabras y aliteraciones que reconozco que no son
figuras que me entusiasmen demasiado. Sin embargo, cuando se aleja de esos
artificios, veo una poesía más auténtica, más interesante y, desde luego, mucho
más efectiva.
Al leer "Inocencia
avanzada" me acuerdo de la mejor Gloria Fuertes. Cuando veo a la vieja
poeta, ya inmortal, incluida en el apartado "De aquí bebo y crezco..."
(donde Irene G Punto homenajea a sus maestros), todo encaja.
Aunque, no vienen
recogidos entre sus maestros, yo al menos sí veo la influencia de nuestros poetas
barrocos en "Sostiene Valeriana" y en los estupendos "La ley de
Muffin" y "#Desvelo 19".
Pero a mí el poema que
más me ha impactado es el "#Desvelo 38. En pasatiempos revueltos":
"Desnudos
encajamos tan bien,
que somos puzle y
rompecabezas a la vez".
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