Casi nunca son
sólo librerías. Unas comparten el espacio dedicado a los libros con periódicos
y revistas, otras con material de papelería, o con caramelos y gominolas, o con
pequeños juguetes de plástico. Sean como sean, mi experiencia me dice que no es
conveniente pasar por delante de ellas sin echar un vistazo porque muchas
pueden esconder algún tesoro. Cuando hablo de un tesoro no me refiero por
supuesto a la primera edición del Quijote o a un manuscrito de Madame Bovary
con un final alternativo. Son pequeños tesoros particulares: suelen ser libros
descatalogados que un día buscamos infructuosamente o libros que nunca hemos
buscado pero que, vaya, nos hace ilusión encontrar (y además suelen ser
baratos). Ahí van los ejemplos:
EJEMPLO1.- OBRAS
DE JEROME K. JEROME. PLAZA y JANÉS (1974)
De pequeño había
leído “Tres hombres en una barca” y “Tres ingleses en Alemania” en aquella
colección tan estupenda que sacó Bruguera en pasta dura, “Club Joven” se
llamaba. Eran dos novelas que a mí entonces me parecieron bastante divertidas.
Hoy no sé si me atrevería a releerlas. Pues bien, yo no tenía noticia de que se
hubiera publicado nada más en español de Jerome K. Jerome, un autor cómico
inglés por otra parte bastante olvidado. Sin embargo, en la pequeña librería–papelería
de un pueblo de montaña que suelo visitar, en la última balda de la última
estantería, allí estaba, lleno de polvo, aquel volumen con obras escogidas de
Jerome K. Jerome publicado en 1974. Llevaba casi veinte años el pobre
esperándome. Nunca lo había buscado antes, nunca lo he leído después pero me
hizo tanta ilusión…
EJEMPLO 2.- MI
FAMILIA Y OTROS ANIMALES. GERALD DURRELL. ALIANZA TRES (1990)
Leí hace
muchísimo “Mi familia y otros animales” en un ejemplar de Alianza Tres que
alguien debió de prestarme y me encantó. Después leí, ya en libros míos también
de Alianza Tres, las continuaciones, “Bichos y demás parientes” y “El jardín de
los dioses”. Los tres tenían una bonita portada diseñada por Daniel Gil. Años
después, pensé que no era justo que un libro tan estupendo como “Mi familia y
otros animales” no estuviera en mi biblioteca y decidí comprarlo pero entonces
ya no existía Alianza Tres y sólo se vendía en bolsillo con un poco apropiado
cuadro de Rousseau (el pintor, claro) en la portada. Lo compré de todas formas
y lo releí.
Este verano,
visitaba un pueblo de Badajoz cuando pasé por delante de una librería-quiosco
de periódicos y juguetes. Ya no quedaba el periódico que andaba buscando pero a
cambio, justo al lado de la puerta, allí estaba “Mi familia y otros animales”
en Alianza Tres con su portada de Daniel Gil (una rana de hojalata metida
dentro de un bote de cristal). Desde el punto de vista del bibliófilo no creo
que valga nada, se trata de la decimosexta reimpresión de 1990 de un libro que
se editó por primera vez en 1975 pero me hizo tanta ilusión… Llevaba también
casi veinte años allí esperándome.
EJEMPLO 3.-
ANSIEDAD POR EL ESTATUS. ALAIN DE BOTTON. PUNTO DE LECTURA (2005)
Alain de Botton
es un ensayista suizo afincado en el Reino Unido. Es terriblemente entretenido,
algún día me gustaría comentar algo aquí sobre él. He leído todo lo que ha
publicado y sólo me faltaba “Ansiedad por el estatus” que no era capaz de
encontrar ni en las librerías ni en la editorial ni en Iberlibro ni en Ebay ni
en Amazon ni en Abebooks. Con el ritmo desenfrenado de novedades, un libro de
hace seis años en su versión original y cuatro en español es casi
inencontrable. Son las paradojas de nuestros tiempos.
Y sí, husmeaba yo
en otra de esas pequeñas librerías (en este caso también papelería y quiosco) y
allí, en una de esas columnas giratorias estaba esperándome “Ansiedad por el
estatus”, en este caso sólo cuatro años, que con la hiperaceleración en que
vivimos podrían ser como veinte.
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